¿Qué está pasando con los servicios de ómnibus de Rivera? Ya han pasado unos cuantos años, desde que se vienen prometiendo por parte de la Intendencia Departamental, una solución para el transporte público de nuestro departamento. Es entendible que los tiempos de los otorgamientos de permisos, lleven una serie de llamados a licitación como también todos los agregados que alargan los plazos. También creemos en la buena voluntad, no solo de parte de las autoridades municipales, como de los empresarios locales, y en este detalle me detengo. Dije locales, que son los que vienen desde hace años trabajando en el sector, y conocen la realidad de la población más allá de aspecto económico del negocio en sí. Pero la realidad es una. El servicio público de pasajeros está cada día más enterrado en un conflicto de partes, donde los únicos perjudicados son los vecinos. Pero dentro de todo ese problema jurídico, administrativo, político o de organización, hay preguntas que la población se hace. ¿Hasta cuándo debemos padecer de un servicio precario, caro, inestable y arrogante, que deja de lado la opinión del propio usuario? ¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando la inoperancia de la intendencia? Como única autoridad en tener la potestad de otorgar, modificar, implementar y ordenar todo lo que tiene que ver con el transporte urbano y sub urbano, la intendencia tiene que dar solución a este problema. Joselo Andrade