lunes, 2 de mayo de 2016

Estamos sintiendo en estos días, los primeros fríos de un otoño que presagia un invierno bastante crudo. Algunos servicios meteorológico, ya pronosticaron temperaturas muy bajas en junio, donde incluso se podrían presentar alguna nevadas en nuestro país. Si la cosa es bastante alarmante para nosotros, y cuando digo nosotros hablo de personas como yo, que luego de trabajar, llego a mi casa y disfruto de un ambiente templado, una comida caliente y una cama cómoda y seca, para muchos no es igual. A pesar de todo esto, no puedo ser ajeno a toda la información que en estos días, saturó todos los medios de comunicación, donde con asombro me entero de los gastos de algunos viajes, que fueron realizados por legisladores de todos los partidos políticos. Pero lo peor no es que nos enteramos de estos gastos, quizás políticamente correctos, pero de escasa moral, debido principalmente a la situación económica que pasa nuestro país como también, a la triste situación de todos los damnificados por los últimos temporales de todo el país. Lo más triste es escuchar a los legisladores que viajaron, intentando justificar y minimizar el gasto de U$S 120.000, que realizaron en el viaje a Zambia, Inmediatamente pensé como habitante privilegiado de Uruguay, por tener todo los que relate anteriormente al principio de esta nota, no ameritaba una exaltación anímica ni de repudio. Pero bastó rápidamente recordar a todos aquellos uruguayos, que hace pocos meses vieron frustradas sus intenciones para que este propio parlamento, parlamento que gasta millones en viajes, no aprobara una ley que permitiría a todos aquellos enfermos que necesitan medicamentos de alto valor, poder acceder a ellos gracias al estado. O recordé aquellos padres, que tiene hijos con alguna patología grave, que pasan meses y meses intentando recaudar dinero por todos los medios, para poder brindar a sus hijo, una oportunidad de algún tratamiento o cirugía en el exterior, que les de la esperanza de prolongar la vida. Ahora me pregunto ¿es una preocupación personal, reclamar por lo que perdieron todo en los últimos tornados e inundaciones? ¿Tendremos en algún momento por parte de nuestro gobernantes, un minuto de autocrítica? ¿Somos tan tontos los uruguayos, que seguimos creyendo en estadísticas y promesas? ¿Seguiremos soportando el co-gobierno de la central de trabajadores PIT-CNT, que predica algo que no cumple? ¿Debemos seguir soportando justificaciones de porque no tenemos aquel “Uruguay prometido” en las elecciones. La cosa es clara, no podemos seguir así.