martes, 23 de mayo de 2023

Uruguay, dos países en uno.

Una vez más, con el tema del agua queda demostrado el macrocefalismo del Uruguay. Siempre lo dije y lo repito, para los montevideanos Uruguay va hasta los puentes de La Barra, de La Paz y de Carrasco, el resto no existe. Cuando Uruguay, y en especial el campo, estuvo meses padeciendo una sequía brutal durante la cual muchos productores, chacreros, quinteros y muchas personas que tenían su chacrita para alimentarse (y que no les quedaba nada para sobrevivir), sufrieron lo que sufrieron con la sequía mientras que en Montevideo se quejaban de los precios y seguían su vida tan campante como si nada, por fuera del problema. Ahora, cuando les tocó a ellos, ahí sí comenzó a ser realmente un problema nacional y todo el país se tiene que involucrar. ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que estar pagando nosotros los problemas de los montevideanos? ¿Por qué tenemos que pagarlos? No solamente en el agua, en todo, porque si ustedes se ponen a mirar, Montevideo controla y autoriza, o no, la entrada de productos fuera del departamento, haciendo un monopolio de sus cosas, de su vida, eso sí, cuando se meten con sus cosas en el interior, lo hace en forma avasalladora, metiéndose como si fueran los dueños del resto del país. Y eso es, lo que a mí, como montevideano que vivió gran parte de la vida en el interior, me duele. Yo creo que esto tiene que cambiar. Por supuesto que quiero que se solucione el problema del agua en Montevideo y en el área metropolitana, pero por favor no hagan un tema nacional a un tema de Montevideo, porque si en tu departamento estuviera pasando lo mismo te puedo asegurar que a los montevideanos no les importaría en lo más mínimo. Por lo tanto, pienso que las cosas propias de un lugar se tienen que resolver en su lugar. Ahora comprometer y seguir comprometiendo dineros nacionales en pos de los montevideanos, en sus conflictos, en sus peleas, en sus problemas, así no. No quieran hacer política con la necesidad. Un problema de todos es el de la leche, que nadie lo resuelve. El problema de los sindicalistas que están coartando la libertad de trabajo, intentando codirigir la empresa CONAPROLE y están sumergiendo a los tamberos en una disyuntiva de no saber qué va a pasar, no saber si trabajar, qué hacer con la leche. Porque a las vacas, hay que ordeñarlas los 365 días del año, dos veces al día. Eso es mezquindad. Eso es lo que se tiene que resolver para todo el país. Un abrazo para todos. Joselo Andrade.

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