Gracias al acuífero Guaraní, los departamentos de Salto y Paysandú, gozan de un privilegio que aunque parezca mentira, en Rivera podríamos también tener.
Su extensión desde la cuenca sedimentaria del Paraná a la cuenca Chaco-Paranaense, ocupa cuatro países: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Tiene una extensión aproximada de 1,2 millones de km², de los cuales 840.000 km² se encuentran en Brasil, 225.500 km² en el territorio Argentino, 71.700 km² en Paraguay y 58.000 km² en Uruguay.
Desde los años 80, se me cruzó la idea que debido a la ubicación geográfica que tenemos en parte de nuestro departamento, y principalmente sobre la Cuchilla Negra, Rivera podría contar con perforaciones de aguas termales que nos darían una razón segura de llamar a nuestro departamento, y principalmente a nuestra capital de “Rivera Ciudad Turística”.
Toda esta zona hace millones de años, era un desierto similar al del Sahara, el cual luego de diferentes modificaciones geológicas de los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico Inferior, fue cubierta por la superficie de la que hoy contamos, quedando un inmenso canal subterráneo, constituyendo posteriormente una parte del sistema llamado Botucatú o Rivera.
Mis intentos de promover la idea ,en un primer momento fueron de forma verbal y tímida, ya que en realidad, solo me motivaba la pasión que tengo por el agua y la natación, que vienen por mi familia en forma directa .
En el años 2001, doy entrada en la Intendencia Departamental el expediente nº 2519/01 , el cual contaba con un relato corto, que intentaba mostrar con pocas palabras, mis intenciones de motivar a las autoridades de poner el tema en estudio, ya que a esa altura tenia la suficiente argumentación como para poder desarrollar con información más sólida, la gran posibilidad económica que nos daría una perforación exitosa.
Esta región donde vivimos, se caracteriza por ser la zona de recarga del acuífero, lo que le permite aumentar el caudal de agua que luego correrán por Salto, Artigas y Paysandú.
Tomando como ejemplo Salto, donde las perforaciones están hechas en dos profundidades 700 y 1.500 metros aproximadamente, una perforación nuestra ,no contaría con tanta profundidad lo que nos permitiría una temperatura aproximada a 36º, pero que en contrapartida, según algunos técnicos, las aguas poseerían un determinado grado de salobridad, lo que permitiría un hándicap especial.
Técnicamente el ingeniero Pablo Decoud, quién trabajo en las perforaciones del Club Remeros de Salto y del Hotel Horacio Quiroga, y en Entre Ríos en Argentina entre otros, me resumió luego de varias horas en un encuentro pactado en el Hotel Uruguay Brasil a fines del años 99, que según su experiencia y conocimientos, nosotros tendríamos la oportunidad y el privilegio de contar con un grupo de perforaciones de las cuales seguramente obtendríamos el agua caliente necesaria para impulsar económicamente al departamento.
El ing. Decoud me explicó, que para obtener una idea general de la temperatura del agua, tendríamos que sacar un promedio de la temperatura ambiente del año de esta región, y el resultado obtenido nos daría la temperatura inicial de una perforación a 200 metros de profundidad, ganado un grado cada 30 metros.
Es decir, si el promedio anual Rivera es de 19 grados, es esa la temperatura aproximada a 200 metros de profundidad.
Una de las cosas que me llamó la atención, fue la respuesta a una de mis preguntas, ¿si hay agua, como sabremos que es caliente? La respuesta fue clara y contundente, el agua está y la profundidad le da temperatura invariablemente (gradiente geotérmico).
Ya a esa altura tenía bastantes conocimientos, por muchas averiguaciones personales que realicé en un viaje a la ciudad de San Pablo, tanto de las empresas que realizan este tipo de perforaciones, los costos de los estudios de factibilidad y los costos de perforación, lo que despertó un grado de asombro por parte de Decoup, quién sonrío al verme tener claro los valores de la inversión.
Lógicamente hablamos además entre otras decenas de cosas, de los inconvenientes que tendríamos en el momento que llegado el caso, se presentaran ante el ministerio respectivo, ya que el monopolio de los dos departamentos antes nombrados, haría pesar una posible autorización.
Con todos estoa datos, viajo a la ciudad de Sao Pablo y me contacto con una empresa que se dedica a grandes perforaciones, quienes luego de una charla de casi todo un día, me brindan costos aproximados de la realización de perforaciones y detalles técnicos que me dejan aun más motivado.
Rivera tiene una potencial oportunidad, con unos cuantos millones de turistas brasileros, que nos darían el espaldarazo económico que nos merecemos y que necesitamos. Está en nosotros de hacer realidad de tener una ciudad de vanguardia a nivel del país. Está en nosotros impulsar a Rivera como un polo turístico termal de la zona, lo que solo redundaría en beneficios para todos.
Joselo Andrade
Joselo Andrade
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